Generalmente descuidamos aspectos sencillos:

Tengo la suerte de conocer a Rosakebia Liliana Estela Mendoza, ella es poeta porque siente y vive como poeta, ella escribe porque si no escribiera, los demás estaríamos demasiado vacíos sin sus palabras que juntas forman un río. Tengo la suerte de leer sus poemas en crudito y más aún tengo la dicha de ser su amiga. Un poema como otros tantos pero no menos hermoso, con el que va a ganarse el mundo: 

Generalmente descuidamos aspectos sencillos: 
una casa hecha con cerillos, 
un reloj sin preguntas, 
el tiempo necesario para abotonar 
una camisa en días feriados.
(El tiempo que empujo
como rueda con espadas).
El espíritu, material perecible,
recluta sentencias y lágrimas que nadie va a beber,
beberlas o morir ahogada en el instante próximo.
Otros se contentan con espiar
los instantes que la memoria elige como recuerdos.
Todavía restan energías para reclamar la ausencia.
Esto sucede donde se reúnen tres personas
en nombre del amor y el sexo es evidencia arqueológica.
Entre la muerte del amor y la muerte del lenguaje
la vida es un eterno homenaje al retorno.