Un brindis por el año que empieza...

Cada año la gente promete mejorar, promete cambiar, promete no volver a hacer lo que hacía antes.

Yo, intento vivir mi vida haciendo cada cosa que me gusta para luego no arrepentirme, intento querer con todas mis fuerzas a quienes me quieren con la misma intensidad, para sentir ese calor tan confortable de la amistad y del amor sincero. Digo todo lo que creo, aunque a veces me callen, porque ¿Para qué existencia si tienes que vivir limitando la función más innata del ser humano como el habla? Pruebo lo que no debo, me equivoco, miro donde dicen que no mire y protesto con el alma por las cosas en las que no creo, exagero, hablo mucho, me exaspero con facilidad, me duelen las cosas que pasan sin sentido, me gusta que me escuchen y que se dejen escuchar, algo así es lo que soy.

Yo, cada año me prometo ser más fiel a mi misma -a como soy en la actualidad- me prometo no cambiar, porque así: espontanea, llorona, impulsiva, loca, celosa, imprudente, desordenada, incomprensible a ratos.... he cosechado en estos años incontables e invaluables amigos, amores, hermanos, hijos y esas familias que la vida te va dando en el camino sin siquiera pedirlas... Yo cada año lejos de esperar más cosas nuevas, espero más de lo viejo, espero seguir viviendo y disfrutando de lo que soy junto a los que son y hacen mi vida. Porque creo que lo más grave del tiempo es que se te agote sin haber vivido, creo que lo más terrible que te puede pasar es vivir arrepentida por lo que no has hecho y que en el trayecto de cada viaje sea la vida la que te termine cambiando…. Así, que mi decisión es seguir tal cuall, que venga un nuevo año y me dé oportunidad de mantenerme en lo que creo, de seguir cosechando y perdiendo amigos de seguir riendo y llorando y de seguir caminando.

Caminos, eso es en definitiva lo único que Yo pido.